Ahorrar para comprar una casa puede parecer una misión imposible con las facturas mensuales y los gastos imprevistos al acecho.
Sin embargo, planificar cada paso y adoptar pequeños hábitos financieros facilita muchísimo esa tarea y la convierte en un objetivo alcanzable.
Si quieres saber cómo ahorrar para comprar una casa sin renunciar a tu estilo de vida, te recomendamos que leas este artículo.
Vas a ver 8 consejos prácticos para controlar gastos hormiga, aprovechar ingresos extra y comparar productos financieros, de modo que el sueño de la vivienda propia deje de ser un sueño y se convierta en una meta alcanzable.
Consejos para comprar una casa en el menor tiempo posible
Establece un objetivo de ahorro claro
Antes de nada, toca poner nombre y número a la meta: ¿cuánto hace falta para la entrada y los gastos asociados?
Calcular el 20 % del precio de compra, sumar impuestos, notaría y gestoría, y todo aquello que suele quedarse fuera del radar es algo que muchos pasan por alto y que se debería tener en mente desde el minuto 1.
Porque esta es la única forma de saber exactamente cuánto hay que guardar. Y no sólo eso. También convierte el proceso de ahorrar para comprar una casa en algo tangible y no en un vago deseo.
Ahora bien, para fijar ese objetivo es recomendable seguir una serie de pasos:
- Anota la cifra total en algún lugar visible (una nota en la nevera, el fondo de pantalla del móvil…). Puede parecer una tontería, pero de esta manera te recuerdas cada día cuál es el objetivo y te desvías menos del camino.
- Divide la cantidad que necesitas ahorrar para comprar la casa entre los meses que faltan para llegar a la fecha en la que te habías propuesto conseguirlo.
- Visualiza el progreso: lo mejor que puedes hacer es usar algún programa como Excel, una aplicación de ahorro o incluso la propia app del banco, para tener el control de lo que vas ahorrando y mantener la motivación.
Haz un presupuesto mensual realista
Lo primero es saber con precisión cuánto entra y cuánto sale cada mes. ¿Cómo? Reuniendo todas las facturas, recibos y suscripciones en un solo documento:
- Lista ingresos y gastos fijos: calcula tu nómina neta, cualquier pago extra (horas extra, comisiones) y anota los gastos ineludibles, alquiler, luz, agua, transporte.
- Identifica gastos variables: ese café con espuma de vainilla, la suscripción de streaming, el capricho de fin de semana… Todo suma. Apunta cada compra durante un mes para ver en qué se te “escapan” los euros.
- Asigna cantidades límite: establece un “techo” para la comida, el ocio y las compras hormiga. Si el chivato de la aplicación de tu banco te avisa de que te excedes, te va a tocar reajustar las cantidades que destinas a cada cosa.
Una vez tengas claros los números y porcentajes, transfiere automáticamente la cantidad destinada a la entrada nada más cobrar. De esta manera, no dependerá de tu fuerza de voluntad o de si un mes “te viene mejor o peor” ahorrar.
Reduce gastos fijos y hormiga
Es fácil pasar por alto el goteo diario de esos 1,50 € del café o los 9,99 € de la suscripción que ni recuerdas usar… hasta que haces cuentas.
Empieza por revisar contratos de luz, agua e internet: a menudo basta una llamada para negociar mejores condiciones y ahorrarte un buen pellizco.
Después, dedica una tarde a listar “microgastos”: el bocadillo de la máquina, el snack de media mañana, quizá esa app de streaming que apenas abres… Cosas tan simples como estas pueden liberar alrededor de 50 € al mes.
Aprovecha ingresos extra
¿Y si esos fines de semana tranquilitos se convierten en tu fuente de gasolina para la entrada?
Sacar a la venta ese armario lleno de ropa que ya no te pones, alquilar la plaza de garaje que apenas usas o ese trastero donde se amontonan los trastos puede sumar un pellizco cómodo cada mes.
Con esto no renuncias al tiempo libre y además conviertes tus recursos en algo rentable.
Paga tus deudas y evítalas
Antes de dedicar un solo euro a la entrada, conviene ver cuáles son esos intereses que están devorando tu presupuesto.
Localiza el préstamo o la tarjeta con el tipo de interés más alto y céntrate en liquidarlo lo antes posible; esa pequeña victoria libera espacio en tu cuenta y, sobre todo, calma tus nervios.
Una vez cerrada esa “cicatriz financiera”, evita caer en la misma trampa: no financies compras impulsivas ni uses el crédito para gastos corrientes.
Compara cuentas y productos financieros
No todas las cuentas de ahorro rinden igual. Una rápida visita a las webs de bancos bastará para descubrir diferencias en TIN, TAE y comisiones que marcan la diferencia a largo plazo.
Si tu cuenta actual no ofrece más que comisiones o apenas interés, plantéate trasladar tu fondo a un depósito a plazo fijo o a una cuenta remunerada sin gastos.
Esa pequeña diferencia de 0,2 % o 0,5 % puede parecer ridícula a corto plazo, pero al cabo de un año engordará tu hucha de la entrada con unos cuantos euros extra.
Infórmate sobre ayudas y subvenciones
¿Has comprobado si hay incentivos locales o estatales para primeros compradores?
Cada comunidad autónoma, ayuntamiento o incluso bancos públicos suele ofrecer programas de apoyo: desde bonificaciones en el impuesto de transmisiones hasta préstamos a tipo reducido.
Consultar en los portales oficiales y hablar con un gestor puede revelarte ayudas que reducen la cantidad que necesitas ahorrar.
Revisa y ajusta tu plan periódicamente
Un plan de ahorro no es un papel eterno: la vida cambia y tu estrategia también debe hacerlo.
Cada trimestre, dedica unos minutos a comparar lo ahorrado con el objetivo marcado, repasa movimientos y detecta desvíos.
Si las facturas suben o aparece un gasto inesperado, reajusta el importe mensual apartando un poco más o buscando un ingreso puntual. Y si descubres que vas por delante de tu calendario, aprovecha para reducir el tiempo previsto o destinar ese sobrante a imprevistos.
¿Qué se debe tener en cuenta para ahorrar para comprar una casa?
Antes de lanzarte a acumular el dinero necesario, conviene tener una visión completa: no solo hace falta la entrada, sino también considerar todos los costes relacionados.
Estos puntos te ayudarán a evitar sobresaltos de última hora:
Calcula el importe total necesario (entrada + gastos asociados)
Para saber cómo ahorrar para comprar una casa, lo primero es cuantificar cada céntimo que hay que reunir.
No basta con apuntar el 20 % del precio de venta: hay que sumar también el ITP (en caso de ser vivienda de segunda mano) o el IVA y el AJD (en caso de ser vivienda nueva), los honorarios de notaría, registro y gestoría, posibles honorarios de la inmobiliaria, e incluso la posible comisión de apertura de la hipoteca.
Importante recordar que el AJD sólo se abonará si compras la casa con hipoteca.
Por ejemplo, si el piso cuesta 200.000 €, la entrada puede ser 40.000 €, pero todos los gastos asociados pueden elevar la cifra hasta 45.000 € o más.
Hacer esto te va a evitar sorpresas y te permitirá diseñar un plan realista de ahorrar para comprar una casa.
Analiza tu capacidad de endeudamiento
Al plantearse consejos para comprar una casa, es imprescindible entender cuánto permite tu bolsillo sin verte ahogado.
Los bancos suelen recomendar que la cuota mensual no supere el 30–35 % de los ingresos netos. Por ejemplo, si cobras 2 400 € netos al mes, la cuota ideal quedaría entre 720 € y 840 €.
Además, al simular la hipoteca (tanto a 20 como a 30 años) incluye siempre el coste de seguros de hogar y vida que exigen las entidades. Así tendrás una visión más acertada de tu capacidad de endeudamiento y sabrás cómo ahorrar para comprar casa con la solvencia necesaria.
Valora tu estabilidad laboral y perspectivas de ingresos
Un empleo con contrato indefinido o una fuente de ingresos recurrente (como comisiones o bonus) te ayuda a mantener el ritmo de ahorro.
En cambio, si trabajas por cuenta propia o en sectores estacionales (hostelería, turismo) deberías basar tus cálculos en la media de los últimos 6/12 meses, ajustando a la baja para cubrir esos periodos de menor actividad.
Anticipa gastos imprevistos
No hay nada peor que tener el dinero para la entrada y, de pronto, un arreglo de caldera o una reparación grande del coche te haga desviarlo a otra cuenta.
Para evitar este tipo de problemas de última hora, guarda desde el principio un pequeño colchón: lo ideal es acumular entre 3 y 6 meses de gastos fijos (alquiler, facturas, transporte).
Con este fondo de emergencia, habrás construido una barrera frente a lo inesperado y mantenido intacta tu estrategia de ahorrar para comprar una casa. Y por supuesto, te evita la tentación de recurrir a créditos rápidos o tarjetas.
Piensa en la posibilidad de ayuda familiar o avales
Que no se te olvide… Si tienes esa posibilidad, contar con un empujón extra de la familia o un aval sólido puede marcar la diferencia entre aplazar la compra y firmar tu hipoteca.
Cuando padres u otros parientes ofrecen un préstamo sin intereses o se convierten en avalistas, el banco valora mejor tu perfil y, en muchos casos, exige menos entrada.
Eso sí, conviene dejar todo por escrito: porcentaje de aportación, plazos de devolución y qué ocurre en caso de impago. De este modo, el apoyo se convierte en una vía segura para ahorrar para comprar una casa sin tensiones familiares ni sorpresas desagradables.
Ten claro si es mejor comprar solo/a o en pareja
No es ninguna novedad que decidir si lanzarse a la compra en solitario o hacerlo de la mano de otra persona, influye tanto en la cantidad a ahorrar como en la gestión futura de la casa.
Aunque debes tener en cuenta que da pie a más puntos a pactar:
- Porcentaje de aportación: ¿50–50 o en función de lo aportado?
- Decisiones sobre el inmueble: reformas, venta… conviene dejarlo todo por escrito.
- Salida del acuerdo: ¿qué ocurre si uno de los dos quiere desvincularse antes de tiempo?
Hacer estos acuerdos desde el principio en un documento sencillo, reduce el riesgo de malentendidos y asegura que la meta de cómo ahorrar para comprar una vivienda siga clara y compartida.
Errores comunes al ahorrar para comprar una casa
Si ahorrar para comprar una casa fuese solo cuestión de voluntad… Pero como bien sabrás, es fácil tropezar con obstáculos si no estás atento o no los conoces.
Por eso aquí te decimos algunos fallos que suelen retrasar el día de la firma:
- Subestimar los gastos asociados: Pensar que solo hace falta la entrada y olvidarse de impuestos, notaría, gestoría o seguros…
- No revisar condiciones hipotecarias: Firmar sin comparar tipos de interés, comisiones o cláusulas de amortización anticipada puede encarecer la hipoteca y afectar la capacidad de ahorro a largo plazo.
- Ignorar ayudas y subvenciones: Creer que ‘no cumples requisitos’ y no investigar líneas de apoyo de la comunidad, ayuntamiento o programas estatales puede suponer (sin que te des cuenta) a la renuncia de miles de euros de alivio.
- Mantener pequeñas deudas activas: Se comen recursos que podrían destinarse a la entrada.
- Olvidar la revisión periódica del plan: Si no ajustas el presupuesto a cambios de ingresos o gastos imprevistos, el plan de ahorro se descuadra por completo..
Preguntas frecuentes
Dónde puedo ahorrar para vivienda
Elegir el lugar adecuado para reservar el dinero de la entrada depende de cuánto tiempo puedas dejarlo apartado o de la liquidez que necesites.
Una cuenta de ahorro sin comisiones y con un TAE competitivo —por ejemplo, entre 0,3 % y 0,6 %— te da la posibilidad de acceder al dinero si surge un imprevisto.
En cambio, si tienes claro que no tocarás esa cantidad durante, digamos, 6 o 12 meses… un depósito a plazo fijo puede mejorar ese rendimiento hasta alrededor del 1 % TAE, sin riesgos añadidos.
Lo que está claro es que va a depender de tu plazo, de cuánto valoras la seguridad frente a la rentabilidad y de si necesitas acceder inmediatamente al dinero.
¿Cuánto tiempo se tarda en ahorrar para una casa?
No hay una cifra exacta de años que necesitas ahorrar para comprar una casa. El plazo depende de muchísimos factores:
- Nivel de ingresos y porcentaje dedicado al ahorro.
- Gastos fijos y hormiga.
- Ingresos extra o apoyos puntuales (bonos, trabajos esporádicos, ayuda familiar).
- Coste de la vivienda y gastos asociados en tu zona.
- Inflación y tipo de interés de las cuentas o depósitos donde guardes el dinero.
- Presencia de subvenciones o ayudas.
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